La revolución islámica que le dio la espalda a las mujeres

Los movimientos contra los códigos de vestimenta, la igualdad jurídica y por las oportunidades de empleo cada vez son más relevantes en el país persa. Pero su historia es incluso previa al derrocamiento del Shá en 1979.

Apenas unos días habían pasado del 11 de febrero de 1979 -día del definitivo derrocamiento del Shá y la instauración del régimen de los Ayatolás-, cuando unas cien mil mujeres, muchas de las cuales habían participado de la revolución, salieron enardecidas a las calles de Teherán contra la imposición del código de vestimenta que las obligaba, de ese momento en más, a cubrir sus cabezas con un hiyab o chador. Era el 8 de marzo de 1979, y mientras en todo el mundo se conmemoraba el Día Internacional de la Mujer, las iraníes de distintas edades, clases sociales y profesiones, reclamaron y fueron ferozmente reprimidas por el régimen cuya llegada acababan de celebrar.

El movimiento de mujeres en Irán tenía una amplia tradición, incluso antes de la revolución. Por eso, uno de los primeros actos del nuevo régimen de los Ayatolás fue suspender, a través de un decreto, la Ley de Protección de la Familia, promulgada en 1967 y revisada en 1975. En efecto, la edad de matrimonio para las niñas se redujo de dieciocho a nueve años, e hicieron falta diez años de esfuerzo para volver a elevarlo, pero apenas hasta los trece. Las mujeres perdieron el derecho a pedir el divorcio y la custodia de los hijos. Los tribunales de protección familiar se disolvieron y fueron reemplazados por tribunales civiles, y las mujeres ya no pudieron convertirse en juezas. La poligamia, una vez más, fue legalizada. Padres, hermanos o maridos fueron, desde ese momento, los que decidían si daban permiso a las mujeres para trabajar. Además la mujer vale menos que un hombre en caso de accidente o muerte. Al mismo tiempo, las mujeres fueron retiradas de las oficinas gubernamentales y se les prohibió ingresar a campos específicos de estudios como la agricultura y la ley. En la universidad, mujeres y hombres fueron ubicados en sectores separados del aula.

El feminismo, fue, afortunadamente, la posibilidad de las mujeres de resistirse, estos feminismos surgidos como resistencia a la revolución no sólo abrieron las puertas de la interpretación de textos sagrados a los musulmanes, sino que también rompieron con el conservadurismo y con la fobia occidental que prevalece entre los fundamentalistas. Más tarde, y especialmente gracias a Internet, es posible una conexión entre las mujeres iraníes y musulmanas y el feminismo occidental que es muy interesante.


El libro "Persépolis" (2007), escrito por Marjane Satrapi muestra la revolución islámica desde la visión de una niña, es un cómic que permite conocer la historia desde un punto de vista diferente, abordando también los cambios propios de la protagonista, los hechos que transcurrieron durante su vida, la forma en que ella de cierta forma contaba con varios privilegios que le posibilitaban poseer una visión verídica sobre su contexto social y sobre la guerra que estaba padeciendo en persona. Sin descartar, la intención de la autora de resaltar la huella que de una u otra forma dejó dicho conflicto entre Irán e Irak, a pesar de haber contado con la posibilidad de rechazar la ignorancia, y conocer como mujer y persona lo que sucedía en su entorno, toda su vida fue marcada por la guerra, por la revolución que en cierta forma le dio la espalda, por el derramamiento de sangre que sucedió frente a sus narices.

Fuente: Benavides, Sofia. (2018). A 40 años de la revolución que le dio la espalda a las mujeres. Infobae. Tomado de: https://www.infobae.com/america/mundo/2019/02/08/a-40-anos-de-la-revolucion-que-dio-la-espalda-a-las-mujeres-iran-entre-el-velo-el-desempleo-y-la-universidad/

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